Con el objetivo de poner en marcha su plataforma digital de ahorro, Ethan Bloch, fundador de la compañía Digit, no quiso perder el tiempo el diseño de una aplicación de teléfono inteligente. En cambio, pensó en priorizar la comodidad de la gente y lanzó una herramienta que se basa en mensajes de texto para comunicarse con los usuarios.
Para inscribirse en el servicio, los usuarios van al sitio web e ingresan la clave de su número celular y el número de cuenta corriente. El software analiza los patrones de gasto y establece automáticamente el envío del dinero hacia una cuenta de ahorros. También por mensaje de texto, se puede verificar cuanto es lo que se ahorrado.
La sabiduría convencional sostiene que las aplicaciones móviles son una parte esencial de la mayoría de los nuevos servicios de tecnología de consumo. Pero hay casos que demuestran que no es tan así.
Mientras que la cantidad de tiempo que los usuarios de smartphones de Estados Unidos pasan utilizando aplicaciones sigue en aumento, el número de aplicaciones que la persona promedio se ha mantenido más o menos estable en los últimos dos años, según un informe de Nielsen publicado en junio. Actualmente, unas 200 aplicaciones representan más del 70% del uso total.
Golden Krishna, por entonces diseñador en Cooper, una firma de consultoría de San Francisco que ayuda a las empresas a crear experiencias de usuario, prevé la decadencia de estas herramientas. En 2012 declaró en su blog “la mejor aplicación es la que no existe”, argumentando que la tecnología digital debe esforzarse por ser invisible.
En agosto, Facebook introdujo M, un asistente personal digital incorporado a su servicio de mensajería que permite que las personas realicen solicitudes de reserva para cenar o elijan un regalo de bebé. El servicio, que está siendo probado por un pequeño número de usuarios en California, hace alusión a las ambiciones de Facebook para transformar su propia aplicación de mensajería en una especie de plataforma de Internet donde las personas pasen el mayor tiempo posible rebotando entre las diferentes aplicaciones. El gigante de las redes sociales parece estar emulando WeChat de China, que ha incorporado una amplia gama de servicios en su producto de mensajería móvil.
Los servicios de mensajería de texto son especialmente prácticos porque las personas los incorporan fácilmente y de hecho, en todo momento sienten que hablan con personas. Los usuarios de Digit por ejemplo, escriben “gracias” después ejecutar el software y al instante reciben un “de nada” que esta automatizado, pero que de todas maneras otorga esa sensación de intimidad.
La sencillez de los servicios basados en texto a menudo ocultan una profunda complejidad. La mayoría de las empresas aún luchan con lo que se conoce como el procesamiento del lenguaje natural, así que lo que puede parecer una impresionante hazaña de la automatización en realidad todavía es realizado por los seres humanos. El Servicio M de Facebook utiliza inteligencia artificial para las solicitudes, pero en todos los casos requiere que la gente realice las tareas reales.
Digit logró la automatización de la mayor parte de su servicio al limitar su menú de acciones. Bloch dice que ha construido en algunas características para que sus robots se parezcan más a las personas.
A pesar de su resistencia inicial a la construcción de una aplicación, Bloch está evaluando esta posibilidad ya que no quiere perder la oportunidad de comercialización de tener su producto en exhibición en las tiendas de aplicaciones. Sus desarrolladores esperan posicionar a la empresa en el App Store de Apple en los próximos seis meses. “El crecimiento de Digit está por encima y más allá de nuestras expectativas y nos preguntamos cómo se vería beneficiado si efectivamente tuviéramos una aplicación” explicó Bloch.