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Movilion

Los inversores eligen las apps móviles para el consumidor

Hace un tiempo que a nivel global los inversores de riesgo pusieron su mirada sobre el ecosistema móvil. La novedad es que de los 4 mil millones de capital de riesgo invertido en mobile durante la primera mitad de 2012, más del 25% se orientó a aplicaciones para el consumidor final.

Los datos son de un banco especializado en este tipo de información llamado Rutberg & Co. Por eso el consejo a los emprendedores es que si todavía no empezaron a desarrollar una aplicación dirigida al usuario final, vayan pensando en hacerlo cuanto antes.

En términos individuales las empresas que mayor flujo de dólares reciben siguen siendo las de no-software como dispositivos e infraestructura, pero al momento de sumar, las compañías orientadas a aplicaciones para el usuario final muestran tener un desempeño asombroso.

La aplicación para consumidores mejor ubicada en el ranking de inversiones de capital de riesgo es Evernote, que recibió 70 millones de dólares en una ronda de Serie D. Otros nombres bien ubicados en la lista son Hotspot Shield (52 millones) y Foursquare, SoundCloud e Instagram (con unos 50 millones cada una).

Desde ya que el interés de los inversores en las aplicaciones móviles orientadas al usuario final tiene que ver con la rápida popularidad de los smartphones y las tablets. Aunque este tipo de apps representaron el 26% del total de la inversión de riesgo en esta primera mitad del año, la tendencia muestra signos de mayor fortaleza aún, ya que al evaluar la cantidad, el segmento atrajo el 35% de todas las ofertas. Es decir, las apps de consumo sedujeron a 166 inversiones de capital riesgo, de un total de 479 inversiones vinculadas a los móviles.

Otro dato interesante proporcionado por Rutberg & Co es el valor de la inversión promedio en las aplicaciones de consumo, que tiende a ser cada vez menor. Antes del iPhone era de unos 9 millones de dólares, mientras que hoy esa cifra se redujo a 2.5 millones.

Esto último para nada muestra un desinterés, sino un interés creciente por invertir en emprendimientos que se encuentran en una etapa más temprana de maduración. Los inversores prefieren diversificar su cartera y apostar a empresas más jóvenes.