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Movilion

Ricardo Minicucci: “Imagino un proyecto de billetera móvil colaborativo en Argentina”.

OLYMPUS DIGITAL CAMERAEn esta entrevista el director de Telerecargas afirma que su empresa tiene algunos de los elementos necesarios para iniciar una experiencia de mobile wallet en ese país. Pero afirma que el éxito exige sumar socios que complementen sus fortalezas. Imagina un proyecto inicialmente acotado a una zona geográfica, y centrado en hacer crecer una base de usuarios recurrentes.

Telerecargas gestiona una red de más de 5.000 puntos de cash-in y cash-out en quioscos, locutorios y otros espacios comerciales, distribuidos fundamentalmente en Capital y el Conurbano bonaerense.

La compañía empezó vendiendo recarga celular, pero últimamente incorporó a su portfolio el cobro de una variedad bastante más amplia de servicios, a partir de un acuerdo con una plataforma de pagos líder en el mundo digital. Además, la red se utiliza para la distribución de productos físicos como tarjetas telefónicas, SIMs y kits de televisión satelital.

Ricardo Minicucci, director y artífice estratégico de la compañía, considera que tiene algunos de los elementos necesarios para montar una primera experiencia de billetera móvil. Algo en principio acotado a una zona, por ejemplo, Quilmes. Y está buscando socios que se animen al experimento. Tal vez alguien que aporte servicios que generen transaccionalidad o tecnología.

Minicucci reconoce que para instalar entre comerciantes y usuarios un nuevo medio de pago el sistema debe mejorar lo existente, y que superar la eficacia del efectivo no es fácil. Pero es optimista, cree que al final del camino puede haber una luz para un proyecto acotado y escalable.

Un primer desafío, al menos en la Argentina, es la enorme oferta de servicios personalizados por mostrador. “No tenemos cultura de autoservicio -dice Minicucci-, siempre vas a encontrar alguien que lo haga por vos. En una estación de servicio ¿por qué voy a cargar nafta yo si lo hace un empleado y yo si quiero me puedo quedar sentado tranquilo? Además tengo que aprender a usar la máquina. Pero si me cobrás 10% menos, o si evito hacer una cola, lo pienso”.

Para Telerecargas estas reflexiones no son meramente teóricas, sino un reto del día a día. “Estamos instalando terminales autoservicio en algunos quioscos, la idea es generar un nuevo canal de venta. Hay competidores que pusieron las máquinas como canal principal, pero eso es muy duro. Para nosotros es una prueba con 20 o 30 máquinas, para ver cómo nos va”.

Cuando Minicucci imagina la etapa inicial de una billetera móvil piensa en algo similar a lo que están haciendo con las máquinas autoservicio: un proyecto acotado y orientado a un target de usuarios avanzados que encuentren beneficios puntuales al momento de pagar servicios, por ejemplo, la cuota de un club. Y como incentivo extra, una serie de beneficios. “Por otro lado -agrega-, a nivel cultural hay tendencias que ayudan… hasta hace un tiempo nadie pensaba en ir a comprar helado con un cupón de Groupon”.

Para armar una billetera móvil ¿qué tiene Telerecargas que otros no tengan?

Nosotros tenemos la red y los servicios que podría tener Wanda, por ejemplo. Podemos aplicar a un porcentaje de nuestros puntos de venta un modelo de billetera móvil. La batalla en el punto de venta es clave. Podríamos fidelizarlos de distinta manera. Tenemos lo que muy pocos tienen, que son más de 3 millones de transacciones mensuales, más un millón y medio de clientes que recargan su celular asiduamente. Además tenemos también una empresa de desarrollo de software.

Pero hubo intentos de hacer algo que fracasaron ¿por qué?

Las celcos podrían haber hecho algo, pero se hizo mal, o incompleto. En el caso de Wanda me parece que salieron a la calle sin un portfolio de productos adecuado, al principio solo tenía recarga de celulares. Lo interesante de los programas de fidelidad o descuento es que tienen muchos socios y muchas alianzas con recitales y comercios de todo tipo. Este tipo de cosas pueden generar un efecto arrastre, tal como está pasando hoy con la SUBE. Lo quieran o no, todas las empresas de nuestro rubro tienen que vender SUBE, porque de otra forma pierde atractivo el servicio, para el comerciante y para la gente.

Ahora te doy vuelta la pregunta anterior ¿qué necesita una billetera móvil para funcional?

Creo que si un proyecto funciona en un barrio, eso quiere decir, si tiene uso recurrente, 500 personas que realmente los usan, significa que tiene potencial para funcionar. Si tenes el 20% que lo usa, tenés el 20% de una comunidad mayor.

¿Cómo te imaginas esta billetera?

En principio algo que trabaje con todos, o con los más posibles, con las 4 celcos. También que además de recargas y pago de servicios tenga remesas. Conectar con un club social y darles un beneficio a los socios e ir generando comunidad.

¿Serían usuarios de smartphones?

Creo que si, al menos con chicos con social phones, apuntar a los más techies. Lo importante es salir cuando todo funciona bien, porque si se frustran no vuelven. Para el usuario tiene que ser perfecto. Tiene que ser un reloj, no hay posibilidad de fallar. A uno que fracasó no lo volves a captar más. Y también tiene que tener una buena propuesta para el punto de venta, a nivel comisiones y usabilidad. Si en el quiosco se complica, fracasa. Creo que si funciona en la ciudad testigo, va a tener un efecto contagio muy fuerte. Va a ser una experiencia que será para mostrar.