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Movilion

Surfacing hacia el control de hard y soft

En el ambiente móvil o de la movilidad pos-PC, los beneficios derivados de tener un firme control sobre el software y el hard es mayor. Para muchos, es una necesidad para sobrevivir. Lo demostró Apple con su trípode iPhone-iPad-iOS, lo está tratando de lograr Google con la compra de Motorola. Y en ese sentido que va el vínculo estratégico de Nokia con Windows Phone. A eso, desde ayer, hay que sumarle el lanzamiento en Los Angeles de Surface, una tableta con aires de PC que Microsoft diseñó y fabricó desde el minuto cero.

Meterse con el hardware no es algo nuevo para Microsoft, aún cuando las historias de éxito no van mucho más allá de la consola Xbox. Surface (que es como se llamaba originalmente una mesa touch) vendrá en dos modelos.

Uno más modesto que usa una versión liviana de Windows 8, bautizada “RT”, alimentada por un chip ARM fabricado por Nvidia. La carcasa será de magnesio (9,3 mm de espesor), con una pantalla capacitiva de 10,6″, conector USB 2.0 estándar, 676 gramos de peso y 32 o 64 GB de memoria interna.

Una segunda versión usa Windows 8 Pro, pesa 903 gramos, tiene un grosor de 13,5mm, 64 o 128 GB de almacenamiento y un procesador Intel Core i3 de tercera generación, además de salida DisplayPort y USB 3.0. En cuento a la conectividad, lo único que se mencionó es su antena Wi-Fi, aunque no sería raro que ofrezcan también una versión con 3G o 4G.

Viene con un protector que a la vez es un teclado táctil, y con un zócalo para usar la pantalla tipo monitor. Entre varios analistas el dispositivo generó buena impresión.